No voy a hacer la exposición exhaustiva que tenía pensado hacer, porque me da mucha pereza.
El tiempo me va dando la razón. Frente a los primeros “negacionistas” y los que ahora creen la teoría oficial de los bichos que salen de los mercados chinos, porque, como es sabido (nótese la ironía) son todos muy cerdos y comen cosas muy raras.
Hace tiempo que se sabe que iba a colapsar la economía. Una economía basada en el endeudamiento perpetuo. Yo lo sabía por inspiración divina y ellos porque son muy “listos” y tienen a muchos mercenarios “aporreando teclas” de equipos de supercomputación.
Y qué mejor que un virus para tapar el desastre y que no le echen la culpa a políticos y banqueros. Revueltas, revoluciones y “populismos” (eso que tanto miedo da a los de la casta, que no quieren a otro nuevos en su casta, que hay que repartir entre más).
Pues eso, la culpa es de "la madre naturaleza", que es ella así, tan hija de puta.
La gente se queda sin trabajo, pero en su casita, y con un "bozal" en la boca. El gobierno no te va a dejar manifestarte y mucho menos liarla más fuerte, porque cada vez que sales a la calle, muere un anciano y usted será un parado, pero no puede ser un hijo de puta.
Un plan diabólicamente "perfecto" (y diabólicamente, entiéndase literalmente) para controlar una crisis que venía y que se les podría ir de las manos sin un virus por ahí matando gente.
Hay más. Hace años que las élites, la ONU, valga la redundancia, están preocupados por la superpoblación.
Esto no acaba con la superpoblación, pero al menos quita de en medio a muchos pensionistas, que dan mucho gasto en medio de tamaña crisis.
Por ello, intuyo, que esto puede ser incluso un ensayo para algo más fuerte.
¿Quién puede estar detrás?
Aparentemente China…pero ¿puede haber más?
Yo creo que sí. Es la parte de la élite de EEUU que se ha aliado con China.
Suena loco. Pero esta élite, la del estado profundo, la del estado real, no la que sale la televisión, ni la del gobierno de Donald Trump, lleva aliada con China décadas.
Esta élite desindustrializó su país, para usar a millones de chinos casi como
esclavos para producir para todo el mundo. China gana, crece. Las élites ganan.
Las empresas, el capital, son de estas élites (de EEUU) y la mano de obra barata y dócil, la pone China. Un pacto mutuamente beneficioso.
Y pierde el resto del mundo. Pierde el pueblo norteamericano, al que se le criminaliza e insulta por defender su país. Un país en la que viven y gobiernan estas élites, pero que no trabajan por EEUU, si no exclusivamente por su dinero. Tienen más y quieren mucho más.
Además de “una falsa bandera”: echarle la culpa del colapso económico a un virus y minimizar la posibilidad de revueltas y revoluciones, la élite crea unas condiciones adecuadas, junto al “circo” del “Black lives matter”, para apuntalar e intentar derribar a Donald Trump, un obstáculo en su agenda, que comunmente llaman globalista, y que yo voy a llamar satánica, que es lo que realmente es.
Los muy anormales no saben que no lo van a conseguir.
China participa como “tonto útil” porque sigue dependiendo de estas élites y Trump también le perjudica.
Una alianza entre la élite financiera satánica de EEUU y la élite política atea de China.
Y aquí empieza el “espectáculo”, las tribulaciones y el fin de los tiempos.