Eran sobre las 19.15 horas del pasado miércoles 9 de diciembre cuando el joven Kevin L. vio como un grupo de unos 10 jóvenes, de origen magrebí, increpaban y molestaban a dos chicas en la plaza en una zona turística del municipio grancanario de Mogán. El joven, que suele ir todas las tardes a pasear por la zona no dudo en acercarse y recriminarles su actitud hacia las jóvenes pidiéndoles que dejaran a las chicas tranquilas. «Eso no se hace», les dijo al grupo de jóvenes, al parecer menores de edad.
En ese momento, según el relato de un familiar de la víctima, uno de ellos se encaró y le retó a pelearse. Se abalanzó sobre él y comenzó a golpearle. En un momento dado, se unieron a la agresión el resto de jóvenes, que estaban de excursión por la zona junto a una monitora, y comenzaron a darle golpes por todo el cuerpo sin que Kevin pudiese defenderse. «Se tiraron sobre mi hermano mientras uno de ellos gritaba 'mátalo, mátalo'», afirma Ayoze León, hermano de la víctima que trabaja a escasos metros del lugar de la agresión.
Mientras le agredían los jóvenes aprovecharon para robarle la cartera, el móvil y las llaves de su casa y del coche. Todo bajo la mirada de una monitora que acompañaba a los presuntos agresores y que no intentó frenar la agresión. Tras varios golpes los menores dejaron el lugar de la agresión, en su huida la víctima les siguió para pedirles que le devolvieran sus pertenencias. El mayor del grupo, que comenzó presuntamente la agresión, le devolvió el móvil y la cartera en la que faltaba el permiso de conducir de la víctima. Tampoco le devolvieron las llaves, asegurando que se habían quedado en el lugar de la agresión.
El joven fue primeramente traslado al centro de salud de la zona antes de ser trasladado en una ambulancia al Hospital San Roque Meloneras, en San Bartolomé de Tirajana, donde permanece ingresado recuperándose de las policontusiones por todo el cuerpo, erosiones y dos fracturas en la columna sin desplazamiento ocasionadas por los múltiples golpes recibidos.
Después, se nos dice, que se detiene a un "español", por la agresión. (Ver).
Se trataría, según la información, de uno de los cuidadores que acompañaba a un grupo de menores inmigrantes.
O sea, a parte de la monitora que no hizo nada, y de otra (o la misma) de la que se dice en algunos de los siguientes vídeos que era una monitora de la Cruz Roja, que animaba la agresión al grito de "mátalo, mátalo", hay otro, de nacionalidad española, que quede clarísimo, que los canarios son unos racistas, como es sabido, que fue el detenido. De nacionalidad española. Había que ver esa nacionalidad y saber por qué en una agresión multitudinaria, solo se arresta al de la nacionalidad española, si precisamente por eso, porque no se pueden detener "menores" o por qué. Pero qué rápido la policía del Sistema detiene al de la nacionalidad española, demostrando que esta historia es un cuento de racistas.
Aquí, el relato de la hermana, donde nada más empezar deja muy claro que no es racista. Igual gilipollas sí, pero racista no.
20 personas y la "educadora" alentando. Y la policía ni aparece. Salvo mucho después, para detener al de la nacionalidad española, al "hijoputa".Nos comenta la chica, que está habiendo muchos robos.
La cosecha. Al fin está aquí.
La declaración del hermano:
Pues lo dicho, a disfrutar de la cosecha, imbéciles.
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