La cita es mía.
Y por supuesto, hay excepciones. Pero esto es lo que pienso de muchos argentinos:
Cuando uno es grande y presume de ser grande, puede hacerlo, aunque sea altivo.
Cuando grande y se desmerece, es humilde
Cuando uno es pequeño y lo reconoce es honesto.
Cuando pequeño y habla soberbio, como grande, entonces es argentino.