Un total de 1.510 niñas británicas de raza blanca fueron secuestradas y sometidas a explotación sexual en la localidad británica de Rotherham desde que se destapó el escándalo en 2013, según datos oficiales que han sido dados a conocer.
Los detectives de la Agencia Nacional del Crimen (NCA) revelaron estos datos el pasado martes, en una sesión informativa sobre la Operación Stovewood, que investiga el secuestro y la explotación sexual de menores durante los últimos 16 años en el condado de South Yorkshire.
La investigación de la NCA, la más exhaustiva sobre este tipo de delitos que se ha llevado a cabo en el Reino Unido, ha identificado a 110 sospechosos, de los cuales el 80% son de ascendencia paquistaní, apuntaron las mismas fuentes.
De los 110 sospechosos, 38 han sido detenidos, otros 18 han sido acusados y cuatro han sido condenados con penas que superan los 30 años de cárcel.
Los investigadores han interrogado ya a 260 – 17% – de las 1.510 víctimas potenciales. La gran mayoría de ellas eran niñas británicas de raza blanca de entre 11 y 18 años, dijo la policía. El testimonio de una de las menores ha llevado a la policía a identificar a otras 17 víctimas, a 30 sospechosos y 27 posibles escenas del crimen.
Paul Williamson, el oficial investigador principal de la Operation Stovewood, describió las investigaciones como “un trabajo único y sin precedentes, desafiante en su escala y complejidad”.
“El ritmo de la investigación está aumentando y seguirá aumentando. Se está haciendo justicia y tengo un equipo muy comprometido que está trabajando sin descanso”, añadió.
Williamson precisó que una “mezcla tóxica” de factores hizo posible que los delincuentes pasaran desapercibidos en Rotherham desde 1997 hasta 2013, cuando se desató el escándalo.
Pidió también disculpas a las menores y sus familias, en nombre de la policía, por haberse desatendido las primeras denuncias llegadas a la NCA, lo que ha provocado una “comprensible” falta de confianza de las víctimas, “que estamos tratando de romper”.
Tras indicar que el coste de las operaciones policiales ha tenido hasta la fecha un coste de 10 millones de libras (11.302.000 euros), el oficial investigador principal de la Operation Stovewood admitió la presencia en las calles de “un buen número” de violadores extremadamente peligrosos.
Por otro lado, aunque la mayoría de los ataques sexuales ocurrieron en Rotherham, al menos una de las víctimas fue trasladada a Pakistán y existen evidencias de tráfico sexual desde otras ciudades británicas como Bristol.
Williamson garantizó el apoyo a las víctimas y el esclarecimiento de los hechos. “No vacilaremos en nuestro compromiso de que los criminales sean detenidos juzgados por sus horribles crímenes”.
Los detectives de la Agencia Nacional del Crimen (NCA) revelaron estos datos el pasado martes, en una sesión informativa sobre la Operación Stovewood, que investiga el secuestro y la explotación sexual de menores durante los últimos 16 años en el condado de South Yorkshire.
La investigación de la NCA, la más exhaustiva sobre este tipo de delitos que se ha llevado a cabo en el Reino Unido, ha identificado a 110 sospechosos, de los cuales el 80% son de ascendencia paquistaní, apuntaron las mismas fuentes.
De los 110 sospechosos, 38 han sido detenidos, otros 18 han sido acusados y cuatro han sido condenados con penas que superan los 30 años de cárcel.
Los investigadores han interrogado ya a 260 – 17% – de las 1.510 víctimas potenciales. La gran mayoría de ellas eran niñas británicas de raza blanca de entre 11 y 18 años, dijo la policía. El testimonio de una de las menores ha llevado a la policía a identificar a otras 17 víctimas, a 30 sospechosos y 27 posibles escenas del crimen.
Paul Williamson, el oficial investigador principal de la Operation Stovewood, describió las investigaciones como “un trabajo único y sin precedentes, desafiante en su escala y complejidad”.
“El ritmo de la investigación está aumentando y seguirá aumentando. Se está haciendo justicia y tengo un equipo muy comprometido que está trabajando sin descanso”, añadió.
Williamson precisó que una “mezcla tóxica” de factores hizo posible que los delincuentes pasaran desapercibidos en Rotherham desde 1997 hasta 2013, cuando se desató el escándalo.
Pidió también disculpas a las menores y sus familias, en nombre de la policía, por haberse desatendido las primeras denuncias llegadas a la NCA, lo que ha provocado una “comprensible” falta de confianza de las víctimas, “que estamos tratando de romper”.
Tras indicar que el coste de las operaciones policiales ha tenido hasta la fecha un coste de 10 millones de libras (11.302.000 euros), el oficial investigador principal de la Operation Stovewood admitió la presencia en las calles de “un buen número” de violadores extremadamente peligrosos.
Por otro lado, aunque la mayoría de los ataques sexuales ocurrieron en Rotherham, al menos una de las víctimas fue trasladada a Pakistán y existen evidencias de tráfico sexual desde otras ciudades británicas como Bristol.
Williamson garantizó el apoyo a las víctimas y el esclarecimiento de los hechos. “No vacilaremos en nuestro compromiso de que los criminales sean detenidos juzgados por sus horribles crímenes”.
Fuente: AD
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