¿Qué le ha pasado a Trump?
Se ha justificado en los ataques químicos, que según la agencia de noticias Ahlul Bait, es un ataque de falsa bandera. (Ver post anterior).
Rusia también lo ha negado. Y según los inspectores americanos y de la ONU, no tiene, para matar una treintena de niños fotogénicos en Idlib.
1. ¿Es Trump un mentiroso? ¿Quería el poder a toda costa y no le importó mentir en campaña?
Esta opción, aunque sorprenda, puede tener sentido. Estamos hartos de mentiras de políticos que hacen cosas distintas o contrarias (o no hacen) a las que prometen en campaña. De hecho, las primeras semanas de su gobierno fue duramente criticado, como nunca antes y sin apenas haber hecho nada, por precisamente intentar cumplir su programa.
2. ¿Trump "loco" o impredecible?
Es una imagen que dan de él. Pero no creo que vaya por ahí.
3. Trump se ha "rendido".
Es consciente de que hay un Estado profundo, paralelo y si se me permite, mafioso. Pero como lo hay en todos los países del mundo, por cierto.
Muchos han señalado el poder de una CIA como gobierno paralelo. Sabemos de todo el stablishment que poseen casi todos los medios de comunicación para acabar contigo, aunque en el caso de Donald Trump no lo hayan conseguido aún.
Pero ¿y si le han dado un toque?
La sombra del "golpe de Estado" en forma de atentado o similar está presente desde el minuto cero. ¿Y si se ha rendido?¿Y si ha pactado someterse a unos "mínimos" a cambio de que no se lo carguen políticamente o físicamente?
4. Opción "retorcida". Las tres anteriores son mias. Pero hay una cuarta que he leído en La Gaceta. Es ésta (en cursiva):
Trump está volviendo a hacerle el juego a sus enemigos. Les está dando un poco de lo que quieren, está planteando la guerra de Siria para medir la opinión pública y para que sus enemigos -y los más belicistas de sus colaboradores- vean hasta qué punto está el pueblo americano de estas guerras contraproducentes, remotas y sin sentido. Además, nadie podrá insistir en la trama rusa, porque no tendría sentido ayudar a ganar a un presidente dispuesto a entrar en conflicto con Moscú en Siria.
Hay algunos, débiles indicios de que este pudiera ser el caso. Al juzgar que Asad podía permanecer en el poder y, tras solo una acusación a instancia de parte y unas fotos, y a la espera de una investigación, cambiar radicalmente de idea transmite la impresión de ser un hombre flexible, abierto a los cambios de opinión.
Pero que levante la mano quien realmente crea que Trump cambia de opinión fácilmente. Al contrario, se ha mantenido en sus trece en cuestiones que ningún otro se atrevería a tocar, contra viento y marea.
No, un cambio así casa mal con su carácter. Pero, ¿cuál podría ser su plan, entonces? ¿Qué interés podría tener en esas declaraciones incendiarias que ponen al mundo listo para la guerra en Siria?
Exactamente eso, que todo el mundo crea que Estados Unidos entrará en guerra de modo inminente. La idea es que todos los grupos hostiles se confíen y, sobre todo, caigan en la inacción; que los grupos yijadistas abandonen proyectos disparatados y ataques suicidas, convencidos de que los estúpidos yanquis les harán el trabajo de quitarse a Asad de en medio; que los países como Arabia Saudí, Turquía o Israel no se impacienten y tengan la idea de ocuparse personalmente del asunto; que los ‘halcones’ de Washington se relajen y dejen de complotar contra él y de idear nuevas formas de derrocarle, y que esos medios narcisistas crean haber forzado a Trump a ver la cosas a su manera y rebajen el volumen de sus aullidos unos pocos decibelios.
Mientras, se insistirá en que el ataque ha sido terrible, inhumano, incalificable, indescriptible, subiendo la tensión emocional hasta que, oh, aparezcan pruebas de que, después de todo, el responsable de un acto tan deleznable no ha sido Asad, sino tal o cual grupo yijadista con la colaboración de algún país molesto del entorno y, probablemente, la connivencia de alguna agencia de inteligencia norteamericana.
Entonces ya nadie podrá decir que no era para tanto, y Trump podrá actuar absolutamente a su antojo.
Bueno, es una posibilidad, ¿no? Porque la alternativa es la Administración de un presidente que apenas cuente con el apoyo de nadie.
Esta cuarta opción no es muy descabellada, aunque a mi juicio es muy arriesgada. Si sale bien será un plan maestro. Se habrá quitado a todos sus enemigos de delante. ¿Y si sale mal? Si entra en conflicto más agudo con Rusia, digo. A no ser que Rusia esté formando parte activa del plan. Demasiado retorcida, pero así son las agencias de inteligencia. Los que acusan a Trump de no ser muy listo o un payaso, tienen que saber, que aunque fuera así, no tiene por qué no estar asesorado por otras inteligencias. Aunque en este caso se me ocurre más factible la inteligencia rusa que la americana.
Si es un ataque de falsa bandera y Trump se "hace el loco" (hace que se lo cree) y ataca a Siria, (y hace el juego a sus enemigos, como dice el texto: Soros, Hillary, la CIA, y a todo el establishment y la madre que los parió) pero sabiendo que Rusia no va a responder porque previamente habían diseñado este plan...Retorcido, pero, ¿por qué no?
Antes de leer la tesis en cursiva extraída de La Gaceta, yo me inclinaba por la opción 3. Pero ahora no descarto la 4.
¿Ustedes qué opinan? Participe en la encuesta.