Ayer noche, en "Cuarto Milenio", el programa conducido por Iker Jiménez, del que soy seguidor, el maestro Enrique de Vicente auguró que estamos en las puertas de una Tercera Guerra Mundial.
Es algo que muchos estamos viendo venir desde distintas "sensibilidades". Desde la geopolítica, las profecías marianas y otras, etc.
Puede parecer fantasioso. Cuando hablo del tema, la gente te corta incrédula o como el que se tapa los ojos para no ver lo que tiene delante de sus narices.
El tiempo se agota y hay que tomar posiciones. Después será demasiado tarde.
Y conste que la "posición" más importante que hay que tomar es de tipo espiritual.
Claro que, ya en lo material, por ejemplo, yo no compraría una casa. Primero porque no sé dónde voy a acabar (laboralmente), y segundo porque es una locura endeudarse en una casa sabiendo que es fácil que te la pueden destruir en un bombardeo.
Cada vez es más tarde para todo. Hay cosas que ya no tienen vuelta atrás. Quedan muy pocas para las que pueda haber solución.
Me encantaría estar en paz y librarme de mi enfado "crónico" con el mundo. Ése sería uno de mis mayores retos. Pero el mundo no me lo pone fácil. Y el tiempo se agota.
Alguna vez he escrito:
Escribo pa no matar
Como válvula de escape. Pero no acaba de aplacar mi ira. Y el tiempo se agota.
Les aseguro que carezco totalmente del pecado capital de la envidia, pero el de la ira, lo tengo y bien...Bien reprimido. Porque estar está. En cantidades descomunales. Pero no se va ni escribiendo, ni rezando, aunque ayude.
También ayudaba el boxeo...
Ayudas...pero no son la solución. Y el tiempo se acaba
No hay comentarios:
Publicar un comentario