Quizás no lo sabes. Y eres un adorador de Satanás.
Eres un psicópata.
Das asco.
Te espera el fuego eterno.
Y grande será la ira de Dios en los úlitmos momentos de las tribulaciones.
Allí no va a estar Soros, ni el PP, ni el PSOE ni el animal que caza niños para que los violes.
Estás muerto y aún no lo sabes.
Tendrás toda una eternidad de torturas para saberlo.
Estás muerto.
Tus muecas burlescas y satánicas me dejan ver tus abominaciones internas.
Y pese a todo, no eres más que un cobarde.
Tus mirada de hiel, llena de odio.
De odio antiguo. Ya vi tu mirada hace cientos de miles de años.
Satanás es muy viejo. Y tu odio más viejo aún.
Eres un mindundi, un acosador, un psicópata, un malandrín, un comepollas.
Eres un cobarde.
Tú nunca te atreverías conmigo,
en un cuerpo a cuerpo.
Sin tus amigos. Sin tu impunidad de comepollas.
No eres nada.
Sólo un cobarde más, entre tantos y tantos chaperos de Satanás.
Estás acabado, estás muerto.
Eres escoria.
Eres un cobarde.
Y estás muerto.
Dios es un Dios de vivos y Satanás es un dios de muertos.
Estás muerto.
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