Un joven con graves secuelas cerebrales tras ser salvajemente golpeado y una menor sueca violada fue el resultado de una velada intercultural celebrada el pasado mes de octubre en el distrito de Kista, Estocolmo. Los hechos se produjeron luego de que tres adolescentes y un amigo, todos de origen sueco, invitaran a un liberiano de 21 años a participar en una velada en el domicilio de una de ellas. El joven liberiano se presentó acompañado por un keniano de 19 años.
No tardaron los africanos en hacer insinuaciones sexuales a las chicas. Las mujeres pretendieron entonces echarlos de la casa, pero ya era demasiado tarde. La agresividad de los “invitados” hacia las chicas iba en aumento, lo que obligó al joven sueco a salir en defensa de sus amigas. La respuesta de los africanos no se hizo esperar: le rociaron la cara con gas pimienta para a continuación golpearle hasta que perdió el conocimiento. Lejos de calmarse, siguieron golpeando salvajemente a la víctima.
A continuación, el keniano agarró por el cuello a una de las mujeres y la empujó hasta el dormitorio, donde la violó. “Si gritas te mato”, le decía a su víctima, paralizada entre tanto por el miedo.
Al escuchar los ruidos, un vecino del inmueble logró entrar en el apartamento y retener al keniano hasta la llegada de la policía. Su compañero pudo darse a la fuga.
El joven golpeado fue trasladado en estado muy grave hasta un centro hospitalario. Los golpes sufridos le provocaron una hemorragia cerebral, fracturas y heridas en todo el cuerpo. En la actualidad sufre intermitentes pérdidas de memoria y tiene problemas de concentración. Los médicos opinan que nunca volverá a ser el mismo.
Un tribunal sueco acaba de juzgar y condenar al keniano a dos años y medio de prisión por asalto agravado, asalto y violación. Durante la vista se supo que sólo unos meses antes había violado a otra mujer sueca en Johanneshov. Cuando cumpla su condena será expulsado de Suecia, pero sólo por diez años. Tal vez entonces vuelva a ser invitado a otra velada intercultural.
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