EL SUECIDIO

SUECIDIA. EL SUECIDIO o SUICIDIO DE SUECIA

De cómo el buque insignia de la tolerancia, la flor y nata del "Estado del bien estar", el espejo al que quería mirar toda la progresía europea, es hoy un barco a la deriva, un Estado del malestar y un espejismo lejano.

Ya es suficiente la suebnormalidad como para dedicarle un apartado aparte. Una etiqueta propia: Suecidia.

Y lo más trágico es que casi todos los países europeos siguen sus pasos. Incluso con euforia. A ver quien es el giliprogre más grande. Suecia va en cabeza a pesar de competidores tan entregados como José Luis Rodriguez Zapatero o Ángela Merkel, que ha querido en pocos meses tutear a Suecidia dejando entrar cientos de miles de "refugiados", que ni eran refugiados ni sirios, ni se sabía nada de ellos, de dónde venían ni qué querían.

Algunos refranes para amenizarles, así como quien no quiere la cosa:

- Cuando veas las barbas de tu vecino cortar...

- De fuera vendrán y de tu casa te echarán

- Por la caridad entra la peste

Suecidia es el claro reflejo de lo que les va a pasar a casi todos los países europeos en muy poco tiempo, menos del que se imaginan.

La que era una sociedad modélica hoy es una sociedad casi quebrada, hiperviolenta, donde casi todos los policías sueñan con encontrar otro trabajo.

Hay zonas "de guerra" reconocidas y violaciones y crímenes brutales, pero los medios de comunicación no te lo cuentan. No hay reconocimiento oficial de que Suecidia, y detrás (casi) toda Europa se va a ir a tomar por culo muy pronto. (Más fuerte será la caída).

El panfilismo progre ha llegado al esperpento, al último absurdo. En enfermiza competición las llamadas izuqierdas y derechas compiten a ver quien es más imbécil. Ajenos, traidores e ignorantes de lo que está pasando.

Años de todo vale, de puertas abiertas a una inmigración masiva (y mayoritariamente inadaptada) que consume vorazmente recursos públicos y ha incrementado la violencia a niveles inimaginables hace pocos años.

Claro que esto algunos ya lo hemos visto venir.
Hace años compartí piso con un "sueco". Primero: compartí porque yo no decidía quiénes eran mis compañeros, yo pagaba por mi habitación. Segundo: sueco entre comillas porque era tunecino de nacimiento, criado en Francia y nacionalizado en Suecia.
El prenda estaba en España cobrando un sueldo del gobierno sueco porque sí. Porue allí  están que lo regalan. Así que el personaje en todos los meses que le vi no trabajó nunca. Se limitaba a dormir o ir a clase de español.
A mi se me caía el alma a los pies pensando en los pobres suecos madrugando para trabajar y dar de comer a semejante aportación multicultural. Encima se estaba sacando el carnet de conducir en España porque en Suecidia se lol habían quitado por tener un accidente borracho. Y sacando el carnet en España le "convalidaba" o le era legal allí. Algo así me dijo.
Estio fue hace más de 10 años, y decía que los africanos tenían derecho a venir a Europa. (Yo le respondía que no...).
A partir de cierto "umbral" o masa crítica, ya no es que se crean con el derecho, es que se creen que tenemos la obligación de acojerlos a todos y mantenerlos. Por eso saltan las vallas de Ceuta y Melilla de manera violenta, agrediendo a policías y guardias civiles. Es que están en su derecho. Es que nosotros tenemos la obligación.
No les faltarán traidores, como los de "Podemos" que les den todo su apoyo (a los invasores). Con concertinas saltan por decenas y cientos, sin ellas ni os lo podemos imaginar. Pero es que los invasores que quieren entrar no pueden hacerse daño...que quiten las concertinas y de paso las vallas. Y de paso las de las cárceles, porque debe ir contrta los derechos humanos que si el violador del ensanche quiere fugarse lo haga sin hacerse daño. Ya ven (o leen). Un discurso "fascista". Lo que está bien políticamente es decir lo contrario. Es ser en suma un subnormal que quiere llevar a España al nivel de Suecidiaa. El nivel de Suecidia real y a día de hoy. No el que tienen idealizado en sus delirios de progres ignorantes.

Queda inagurada la etiqueta Suecidia.