El poder mundial, las élites que nos gobiernan, adoradores de Satanás, usan contra los pueblos el tridente de las 3 "pes". Los tres pinchos del tridente:
Políticos
Policías
Periodistas
Los políticos siguen las directrices del gobierno mundial satánico y luciferino.
Los policías y demás miembros de las fuerzas de seguridad del Estado, se encargan de cumplir y hacer cumplir la ley del poder en la sombra, de perseguir y acosar disidentes.
Y los periodistas y medios de comunicación mienten y manipulan para que pienses que todo van bien.
Hay más poderes fácticos, pero estos tres son los principales.
Ni que decir tiene que hay políticos honestos y que nada tienen de satanistas, pero incluso éstos trabajan (inconscientemente) para las élites (adoradores del maligno). Podría dar muchos nombres.
Ni que decir tiene que hay policías y militares honestos y que nada tienen de satanistas, pero incluso éstos trabajan (inconscientemente) para las élites (adoradores del maligno). También podría dar nombres. De hecho, todos los militares y policías que he conocido tienen un nivel moral y de nobleza muy por encima de la media. El problema empieza cuando estás a sueldo de una organización que se dedica a lo que siempre se ha dedicado y dedicará: a proteger a los poderosos.
Ni que decir tiene que hay periodistas honestos y que nada tienen de satanistas, pero incluso muchos de éstos trabajan (inconscientemente) para las élites (adoradores del maligno). Aquí el problema también podría empezar cuando entran a sueldo de medios (empresas) propiedad directamente de los poderosos.
El problema empieza cuando el honesto profesional, después de sus estudios o sus oposiciones, pasa a estar a sueldo de cualquiera de los tentáculos del sistema: prensa, partidos políticos, sindicatos, "ong's", sistema educativo, fuerzas del orden, sistema judicial, etc, etc.
Entonces tu honestidad ya no vale nada (si quieres comer). El sistema es tan pobre, que lo único que tiene es dinero. (Poderoso caballero es Don Dinero...). Precisamente lo más codiciado y deseado. Corruptor hasta del más honesto, en la inmensa mayoría de los casos.
Cuando eres un proletario, vives de la prole, o sea eres un asalariado. No tienes dinero para vivir sin trabajar. Entonces después de tus estudios y tus buenas intenciones terminas trabajando para una empresa, sindicato o cualquier tipo de organización pública o privada.
Entonces eres un mercenario. Y trabajas para el maligno aunque no quieras.
Siempre he intentado no ser un mercenario. Un amigo siempre me decía que tenía que haber estudiado periodismo, porque escribo "muy bien" (según él). Ser periodista, en cualquier país del mundo, es ser mercenario. Mercenario del maligno.
Hay un montón de periodistas honestos, que han investigado o sabían más de lo que debían saber y fueron ejecutados, sufrieron un accidente. Por supuesto mi homenaje para todos ellos.