Un bicharraco volador, algo oscuro y malvado, con forma parecida a la de un cuervo negro, graznando malévolamente, intentar atacarme.
A penas fue un instante. A penas me alcanza...
Me asusto, me defiendo, lo esquivo instintivamente.
El espíritu del maligno me sobrevuela. Espera su oportunidad, espera verme distraído para volver a atacarme.
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