Páginas

9 de marzo de 2011

El arradio (declaración de amor)


Hoy tengo la neura radiofónica. Bueno, hoy como siempre, porque yo siempre he sido de radio. Música, noticias, debates...
Dichosos transistores, resistencias, condensadores que en armonía convierten la señal electromagnética en sonidos a través del electroimán del altavoz. Dichosa técnica.
Siempre en mi vida, ha sido y es la banda sonora de mi vida. Mientras leo, navego por internet, mientras no hago nada, mientras duermo, mientras intento dormir y mientras intento despertar...

Me encanta la música y la radio me la da, y a cualquier hora. Me encanta dormirme con el programa de Iker Jiménez.
Ha sido mi refugio, mi sonajero, mi despertador y mi valeriana. Y nunca te había dicho...cuanto te quiero.

Sí. Hay televisión y muchísimos canales, pero...La televisión es tan impersonal y la radio te lo cuenta a ti. Sólo a ti. La televisión exige atención, pero la radio te hace compañía...aunque no le hagas caso.
Apenas veo una hora de televisión a la semana o al mes (no exagero), pero radio horas y horas a diario.
Es lo primero que oigo cuando despierto y lo último cuando me duermo. La enciendo nada más llegar a casa. Ella me mima, me cuenta y me canta.

Me encantaba levantarme con Don Federico (Federico Jiménez Losantos), pero ya no es posible. Pocos locutores con tanta cultura, capacidad crítica y de agitación, con tanta independencia (tanto que le costó el puesto). Y conste que no estoy de acuerdo al 100 % con su forma de pensar. Pero por lo menos no tiene complejos en decir lo que piensa, y lo hace muy bien.

Me encanta el pop y el dance de las emisoras musicales y que me metan miedo por la noche...
Y me han descubierto grandes talentos musicales

He tenido muchos receptores de radio. Tuve una radio-despertador que me costó poco más de 10 euros. La mejor inversión de mi vida, sin duda. Se la he dado a mi hermana porque me he comprado una como la de la foto. Más de 50 euros me costó, pero digital, programable...y una extraordinaria calidad en la recepción y el sonido. El vendedor me la recomendó. De hecho sólo había una aún un poco más cara, que se pone en hora sola via satélite. Pero me quedé con ésta y estoy encantado.

Muchas veces me pregunto por qué me gusta tanto la radio, porque yo mismo no lo entiendo. Pero mirando al pasado siempre ha estado en mi vida. Tanto como oyente como locutor (he hecho algo de radio a nivel amateur en una emisora de ésas que llaman libres) y como comercial (vendiendo publicidad de la entonces mi emisora favorita).

Radio...Yo te quiero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario